Este verano fue el más brillante y saturado para 11 años de edad, Artemia Botikarev, quien pasó el turno en el legendario centro infantil "orlyonok".

Un estudiante de la ciudad siberiana de Irkutsk se encontró a orillas del mar Negro gracias a su participación en el maratón de bondad "bola de deseos". Artem hizo una maqueta de la tierra en forma de un reloj y dijo que en los momentos más felices de su infancia le gustaría pasar en orlenka. 

Todo lo que Artem soñó se cumplió: el sol, el mar y las codiciadas vacaciones en el círculo de águilas en el escuadrón ecológico. Rodeados de naturaleza protegida, los chicos pasaron días inolvidables llenos de juegos y concursos, nuevos conocidos y habilidades, aprendieron a actuar y se encontraron con puestas de sol, conversaron alrededor de la fogata y celebraron victorias deportivas.

¡Deseamos a Artemia preservar el sentido de camaradería y fraternidad encontrado en orlenka!